Nuevos espacios, nuevos aires.



En cierto modo, la reciente crisis sanitaria nos vino a dejar en claro lo poco que pasábamos en casa o, en su defecto, la poca relevancia que le habíamos dado a espacios vitales como la cocina, los rincones para trabajar e incluso los espacios comunes, los cuales hoy se han reconfigurado y a los cuales hemos tenido que adaptarnos. 


A estas alturas, para muchos no es noticia la incomodidad a distintos niveles: mobiliario no adecuado, falta de concentración, más necesidad de espacio y compartir con los nuestros momentos que antes habitaban sólo en el colegio o la oficina, hoy cohabitan bajo un mismo techo, por lo que la necesidad de mudarse, para muchos, se ha presentado como una opción real, factible, necesaria e incluso urgente. 


En este sentido, la pesadez de la mudanza o el estado actual de la pandemia han jugado un papel extraño, una suerte de barrera psicológica que nos impide arrojarnos en pos de la casa ideal, adecuada, mucho más segura, amplia y versátil. 


Y más allá de las necesidades evidentes para pasar tiempo de calidad en nuestros departamentos, el cambiarnos hacia algo mejor, tiene cuantiosos beneficios que quizás no hayamos visto del todo: es una oportunidad valiosa para reordenar tu vida, tus espacios y cosas y comenzar a rediseñar cómo quieres vivir.


Asimismo, invertir en la calidad de vida impacta directamente sobre el estado anímico, las emociones, así como el desempeño escolar de los más pequeños y la productividad laboral. Un espacio más agradable, de algún modo nos invita a organizarnos mejor también, a aprovechar de forma plena nuestras horas de concentración y entrega laboral, así como el tiempo dedicado a las amenidades, áreas verdes, exteriores o prestaciones que da vivir en el mejor de los desarrollos con la ubicación más privilegiada, segura y accesible actualmente. 


Invertir en este cambio importante puede lucir circunstancial, pero también son las circunstancias actuales las que han mostrado las mejores oportunidades, en donde la plusvalía, el patrimonio futuro, la rentabilidad y la felicidad tuya y de los tuyos pende de un paso decisivo.


Tal vez el momento crucial de ser feliz y comenzar ese siempre soñado cambio de casa sea ahora mismo. ¿Estás listo?.