No estás descansando lo suficiente…¡y lo sabes!



No estás descansando lo suficiente…¡y lo sabes!

La llamada nueva normalidad trajo consigo un sinfín de consecuencias en nuestra calidad de vida, en donde la falta de descanso ha sido uno de los principales padecimientos de la vida en casa. Algo no anda bien y tu cuerpo lo sabe. ¿Cómo atender mejor esos focos rojos que nos indica nuestro organismo?

El home office, el tiempo en familia, la readecuación de los espacios y tiempos laborales han traído un sinfín de cambios y nuevas dinámicas al interior de nuestro hogar que, aunque sutiles, son significativas y se han manifestado de forma clara en una falta de descanso. Y no se trata del sueño solamente, ya que si bien hoy pareciera que podemos tener de forma más frecuente jornadas de ocho horas de sueño, éste no lo es todo. 

Y tu cuerpo lo supo desde hace tiempo, cuando las horas frente al monitor resultaron en dolor de cabeza y ardor en los ojos. Y no solo eso: los dolores en cuello, nuca y espalda baja comenzaron a aparecer de forma leve, el agotamiento y la irritabilidad, sumado al estrés del confinamiento o la falta de concentración puede que también hayan incrementado.

Entre tanto, la mayoría de nosotros ha pensado que el problema era estacional y que tarde o temprano regresaríamos a nuestro ciclo habitual previo. Sin embargo, el tiempo ha pasado y las consecuencias de las malas posturas, los excesos y trastornos de horarios o actividades laborales, además de la falta de un mobiliario cómodo han comenzado a mostrar estragos más serios. 

Hoy te das cuenta que tienes poco tiempo para ti o tu familia. Antes de que esto se convierta en un problema mayor, vale la pena poner en marcha 10 prácticas y actividades sencillas que de alguna forma te ayudarán a descansar mejor. Toma nota. 

1. Dedica tiempo para estar a solas.

2. Ten contacto con la naturaleza. Ya sea salir a caminar, de paseo, ejercicio o practicar un deporte dentro de tu lugar de residencia. 

3. Levántate de tu silla cada 40 minutos y practica estiramientos. 

4. Procura leer un poco un libro físico sobre otra cosa distinta a tu trabajo. 

5. Redistribuye tus tareas del hogar, seguro hay algo que puedas esperar o ir haciendo a lo largo de la semana.

6. Haz ejercicio. En tu lugar, en casa o fuera pero destina al menos media hora a tu movimiento físico integral. Esto despeja la mente, mantiene tu cuerpo activo y fortalece tu salud.  

7. Mantén una rutina horaria. Quizás no deba ser estricta, pero al menos procura irte a dormir y despertarte en una misma franja horaria. Notarás la diferencia. 

8. No hacer nada. Por increíble que parezca, la inactividad en dosis pequeñas te mantiene a tono y ritmo para seguir trabajando, creando y teniendo una calidad de vida óptima. 

9. Cultiva una pasión. Un hobbie, el que sea, nada por obligación; desde escuchar música, jugar videojuegos, incluso pasear al perro o enfocarte en tus plantas. Siempre te puedes dedicar un poco de tiempo.

10. Planea tu semana. Prevenir, mapear y administrar mejor tus tiempos y tareas te dará mayor control y tranquilidad. Así sabrás la cantidad de esfuerzo y concentración que necesitas, así como dedicar los espacios adecuados para el resto de las actividades, haciendo tu día a día más viable y menos cansado. 

Atender las señales de tu cuerpo y practicar una o más de estas diez sugerencias te ayudará a cambiar de forma sustancial el rendimiento de tu cuerpo, descansando mejor y de forma más plena.