Lujo y naturaleza desde casa, ¿es posible?



Lujo y naturaleza desde casa, ¿es posible?

Hasta hace no mucho, los entornos naturales e imponentes se encontraban reservados para los fines de semana, los lugares de descanso y los momentos excepcionales. Hoy, están reconfigurando el lujo y la oferta inmobiliaria, una tendencia que no sólo llegó para quedarse sino que conforma una esencia importante para entender el confort y la calidad de vida. 

Y es que contrario a sólo el sentido ornamental y el deleite visual, vivir en un complejo que contemple las áreas verdes y un ecosistema mucho más natural trae consigo cuantiosos beneficios, entre los que destacan la reducción del estrés, el estímulo de la creatividad, optimización de la concentración, así como aportar un desarrollo importante en el proceso cognitivo de los más pequeños. 

Además, al encontrarnos rodeados de elementos naturales en una vivienda se disminuye de forma importante la presencia de elementos tóxicos y químicos perjudiciales para la salud. A través de la transpiración natural no se generan condensaciones, evitando a su vez la proliferación de mohos, hongos y bacterias. Por otro lado, gracias al proceso de la fotosíntesis, se almacenan en la zona importantes cantidades de CO2 para el oxígeno y, por lo tanto, un ambiente mucho más benéfico para el planeta.

Si a este entramado en donde árboles, pasto, áreas de juego e integración funcional naturaleza-edificio equilibran una oferta vital sin igual, sumamos un campo de golf, más áreas para correr, pasear a nuestra mascota o sencillamente deleitarnos con el paisaje, el lujo adquiere un sentido mucho más vital y congruente con las necesidades de la familia moderna. 

Esta evolución inmobiliaria ha permitido que hoy, el lujo se suscriba también desde la dispersión, la belleza, pero especialmente desde el bienestar de las personas, en donde la tranquilidad que transmiten y propician las áreas verdes se puede traducir en un atardecer inolvidable, una sesión de yoga o ejercicio introspectivo, así como en una convivencia especial...momentos exclusivos e íntimos que de otra forma sería difícil lograr. 

Para quien hoy entiende la vitalidad de la naturaleza en una oferta habitacional de lujo como una oferta sólida, única e indisoluble, encuentra que más allá del ecosistema vivo, puro y verde se encuentra un gimnasio al aire libre que es aire fresco para aliviar los tiempos de estrés y complejidad, que esa porción verde de terreno puede ser el lugar de crecimiento de nuestros hijos, en donde cultivaron sus primeras sonrisas y dieron sus primeros pasos...que una firma de calidad apostó por un lujo mucho más contemporáneo y sólido, afincado en la grandeza. 

Hoy, el lujo se inscribe desde una vida mucho más amplia y sana, con un sinfín de opciones para ser, estar y vivir como nos merecemos y en donde la naturaleza juega un rol importante y múltiple, ahí en donde el descanso, la diversión, las charlas y la convivencia construyen una misma cosa, exclusiva y de alto valor, una posibilidad de germinación, crecimiento y esplendor llamado calidad de vida superior.