Inflación vs inversión : la batalla de 2020



La economía es una ciencia social a la que solemos rehuir con el argumento de que es compleja, cifrada en un lenguaje poco accesible y sobre todo cambiante. Y lejos de que, efectivamente esta disciplina pueda alcanzar grados muy elevados, lo cierto es que siempre es recomendable tener bases, nociones y conceptos sólidos, sobre todo en estos tiempos si lo que buscamos es aprovechar los tiempos complejos que vivimos e invertir en activos sólidos y benéficos, como un departamento y otra propiedad. 


Una de las recomendaciones frecuentes gira en torno a la inflación antes de comprar bienes inmuebles bajo un esquema de apreciación y rendimiento del capital. ¿Pero qué es y cuál es la relación que tiene con tu búsqueda de departamento?, ¿a qué hay que poner atención? Vamos por partes. 


Y es que la inflación es un indicador crucial no solamente ligado a la rentabilidad de las propiedades, sino también todo consumo en el mercado, incluyendo la inversión empresarial, desde la tasa de empleo a programas del gobierno, políticas fiscales y tipos de interés. 


¿Y qué es en esencia la inflación? Es el incremento sostenido del nivel de precios de los bienes y servicios de un país, medido casi siempre en porcentaje. En etapas de inflación, los precios a veces suben o bajan, depreciando o apreciando el valor del dinero que tenemos. Así, cuando los precios suben y el valor del dinero cae, hay inflación. A medida que la economía crece, los negocios y los consumidores gastan más en bienes y servicios. Esto provocaría un entorno favorable y una inflación moderada. 


A veces, por el contrario, la gente deja de comprar y los precios suben, entonces tu dinero se deprecia. Cuanto te das cuenta que con mil pesos mexicanos con los que comprabas, es un ejemplo, diez productos pero ahora esa misma cantidad te da para comprar ocho, hablamos de menor nivel adquisitivo derivado de una inflación mayor. Y habrá que tomar en cuenta que en nuestro país, la depreciación del peso frente al dólar es un factor clave para entender la inflación actual, pues se refleja principalmente en la elevación de costos de la mercancía importada.


Pero volvamos a la inversión en bienes raíces. Como el de cualquier otro bien, el precio de las propiedades se ve afectado por la inflación y los valores de compra aumentan, pero también lo hacen los valores de la construcción, el dividendo, las contribuciones y los gastos comunes; la inflación afecta tanto a casas como a terrenos, departamentos y a arrendatarios, propietarios y futuros inversionistas. No obstante, esto también puede ser una oportunidad en tiempos turbulentos para adquirir a un coste y tener rendimientos mucho más jugosos en el futuro, ya que la rentabilidad y la plusvalía irán en aumento. 


Ahora bien, la recomendación de los expertos en torno a la adquisición de bienes raíces suele ser clara: enfocar los esfuerzos financieros hacia bienes reales en tiempos de inflación. Más claro: invertir en bienes raíces en una economía inflacionaria es mucho más benéfico de lo que pudiera parecer, ya que se trata de una decisión que implica menos riesgos que apostar por un negocio o acciones actualmente. Una vivienda va a ser siempre una necesidad básica, mientras que otros productos o servicios son o pueden ser prescindibles en épocas de dificultad económica. Nunca lo olvides. 


En estos términos, y ante una inflación moderada, la ubicación de la propiedad es crucial para una buena inversión a futuro, ya que dependiendo de dónde compres tu departamento, así como las conexiones, servicios y amenidades aledañas, tendrás un futuro mucho más sólido, con mayor rentabilidad, incluso en tiempos de inflación alta.  Si inviertes en un desarrollo inmobiliario con grandes oportunidades de crecimiento, tu lote residencial puede incrementar su valor de manera considerable. Si el costo de este es mayor pero vale la pena, la plusvalía de tu terreno está asegurada.